No importaban las distancias, los kilómetros o las millas que tenían que viajar. Cruzar la frontera a México. Llegar a Tijuana. Aguantar el sol y los 23 grados centígrados que se sentían. Todo valía la pena para ver a su equipo favorito: las Chivas.
Unos seis autobuses repletos de fanáticos mexico-americanos llegaron al Estadio Caliente tres horas antes de que iniciará el juego entre los Xoloitzcuintles y Guadalajara.
Era un día de fiesta en Tijuana. Era la primera vez que los Xolos recibían a un equipo grande de México en su estancia en la Primera División.
Y los mexico-americanos no escatimaron en gastos para viajar desde Los Ángeles o San Diego. El amor por los rojiblancos lo vale.
Y no sólo los aficionados mexicanos que viven en Estados Unidos viajaron a Tijuana para ver el partido. También los que residen en ciudades cercanas como Ensenada, Mexicali, Rosarito, Tecate, se trasladaron. Aunque ahora ellos le van a los Xolos, no olvidan que antes eran seguidores de Chivas.
Toda esta gente aficionada al futbol y al equipo más popular ayudó a que las entradas para el juego se agotaran dos días antes del partido, que el Estadio Caliente se llenara y que se viviera una gran fiesta en la tribuna.
Por ser Tijuana una ciudad pluricultural no era de esperarse que cuando el equipo de casa Xoloitzcuintles del Club Tijuana alcanzara la Primera División la afición se dividiera.
La frontera ha albergado a personas de diferentes partes de México, aunado a esto las Chivas Rayadas del Guadalajara es uno de los equipos de mayor historia y por ende de más tradición en el futbol mexicano, por ello no es sorpresa que en el partido entre el Club Tijuana y el Rebaño Sagrado se note un estadio con afición dividida.
A unas horas de que arranque el cotejo que está pendiente de la Jornada 3 del Torneo Apertura 2011 de la Máxima Categoría no hay una mayoría rojinegra y en las inmediaciones del estadio Caliente aún se notan cientos de playeras rojiblancas y personas que este viernes se dan cita para apoyar y alentar a sus Chivas como las llaman.
Desde las 13:00 horas chicos y grandes llegan con sentimientos encontrados, no faltó aquél aficionado que quiere un empate para que ni el equipo que sigue desde chico (Chivas) y el plantel que ganó su corazón (Xolos) pierdan, “me gustaría un empate a dos goles”, dijo Raúl Quintana de 17 años.
Este día aficionados de Tecate, Mexicali, Ensenada, Rosarito e incluso del otro lado de la frontera esperan ver un buen espectáculo por parte de las Chivas Rayadas, mientras que la afición fiel a la playera rojinegra vive el nerviosismo y el miedo que le da el hecho de que el equipo de casa pueda sumar otra derrota.
