CRÓNICA DE UNA GRAN NOCHE DEL CAMPEONISÍMO
Rafael Almaraz, voz oficial del Estadio Jalisco por años, anunciaba a las 18:44 la presencia del campeonísimo, quienes pusieron los cimientos de la gran historia que tiene el Guadalajara.
Uno por uno, fueron nombrados los campeonísimos y de inmediato comenzó la ceremonia con la entrega de reconocimientos por parte de la directiva que encabeza Jorge Vergara y que representó el Vicepresidente Néstor de la Torre.
Uno por uno, fueron nombrados los campeonísimos y de inmediato comenzó la ceremonia con la entrega de reconocimientos por parte de la directiva que encabeza Jorge Vergara y que representó el Vicepresidente Néstor de la Torre.
"Chava" Reyes no salió a calentar con el equipo porque se estaba guardando para el gran momento. Era el punto de todas las miradas y miles de cámaras en el Estadio Jalisco, que por cierto casi se lleno, por ello quería estar en optimas condiciones.
La afición estaba expectante, esperaban la salida de la leyenda viviente, Salvador Reyes, a quien se le entregaron sin medida cantando su nombre hasta el final y fue el último en salir del vestidor y lo hizo como un grande a las 18:52. La gente lo recibió con alegría, con bullicio, aplaudiendo, gritando su nombre con fuerza y reconociendo en vida lo grande que es y será para Chivas, al igual que todo el Campeonísimo, un grande e inigualable.
Portaba el número 57 en los dorsales en la camiseta retro del rebaño sagrado. A las 18:58 horas, en el calentamiento previo al inicio del cotejo, tocó su primer balón a pase de Sergio Ávila, el "Gaucho", luego, Don Chava envió pase a Héctor Reynoso. El central ya tiene que contar a sus hijos y nietos.
18:59 horas, se dio la clásica reunión de equipo previo al arranque; Don Chava escuchaba lo que el Capitán Ramón Morales decía a sus compañeros, al final de la charla aplaudió, al igual que todos sus compañeros.
Germán Arredondo, arbitro central, quien facilitó el trámite del homenaje en todo momento, pito el inicio del encuentro. 20 segundos duro el esférico en movimiento y Reyes lo tocó en dos ocasiones con el capitán Ramón Morales, ante la complacencia de los Pumas, que cooperaron de maravilla dejando que el festejado se diera lujo trotando y tocando para luego, él mismo mandar la pelota a saque de banda.
De inmediato, Salvador se dirigió a la banda, antes, todos los jugadores rojiblancos, encabezados por el Capitán Morales, se fueron a toda velocidad a tomar posición donde Omar Bravo ya esperaba a Don Chava Reyes y ahí, todos los jugadores hicieron una fila para estrechar la mano del homenajeado, quien recibía con agrado lo cantos de la barra 1908 y todas las porras rojiblancas.
Javier Hernández, quien se encontraba en la banca saltó en cuanto vio que Chava iba a salir, se metió al campo para tratar de estrechar la mano de Reyes, pero Rafael Medina, cuarto oficial, lo sacó y "Chicharito" se tuvo que resignar a saludarlo fuera del campo.
El legendario jugador rojiblanco se metió a la banca a observar el encuentro, el cual vivió con gran intensidad y nervios, cada movimiento que daba su equipo a la ofensiva gozaba, a la defensiva sufría y fue hasta el minuto 37, cuando pudo festejar un gol, ya que Sergio Santana.
Luego, "Gaucho" Ávila hizo de las suyas y mandó el balón al fondo de las redes para ir a festejar con la banca y obvio, abrazarse con Salvador Reyes. Casi al finalizar el primer tiempo, en un rebote que le quedo a modo a Patricio Araujo, conectó y anotó el tercero para cerrar un primer tiempo de ensueño, haciendo vibrar al máximo a Reyes.
Al minuto 8 de la parte complementaría, apareció la ola y con ella, el clásico grito de guerra de ¡Chivas! ¡Chivas! ¡Chivas! ¡Chivas, mientras en el campo los dos equipos disputaban el dominio del balón y en la banca, Salvador Reyes veía el desarrollo vestido con el pants rojiblanco.
El segundo tiempo, ya con el encuentro definido, Chivas se dedicó a manejar el esférico, en cuanto silbo el arbitro central la finalización del encuentro, Don Chava desde la banca, observo como sus compañeros de equipo, se despedían en el centro del campo y luego, se enfilo hacía el vestidor.
Fuente: mediotiempo.com