Aquel 27 de abril, Chivas se enfrentó a Vélez Sarfield en su primer duelo de la Copa Santander Libertadores, el sueño de llegar a una Final era como una película de imágenes difusas sin un sentido claro porque el equipo estaba trastocado, sin seleccionados, manteniéndose en pie sólo por la fuerza de sus jóvenes, por una Cantera a la que el corazón le explotaba en el pecho porque querían poner en alto el nombre de México.

Hoy, el Rebaño hizo historia, venció 0-2 (1-3 en el global) a la Universidad de Chile para meterse a la Final y seguir con un gran año, en el que consiguieron la venta de Javier "Chicharito" Hernández al Manchester United e inauguraron su nueva casa, el Estadio Omnilife.

Poco a poco los elementos del Rebaño sorprendieron, encontrándose con una historia que parecía ser ajena a ellos, pero que se mantenía clara y firme ante sus pies. En el camino dejaron a Vélez Sarfield por un sufrido marcador de 3-2, después hicieron lo mismo con Libertad.

Llegaron a la Semifinal y la U. de Chile les peleó con fuerza. En el primer duelo, celebrado en el Estadio Azteca, el marcador fue un prometedor 1-1 para los andinos, pero Chivas cambió la historia, se aferró al éxito y en casa ajena escribió su destino para colarse a la máxima fiesta de la Libertadores, un logro que sólo Cruz Azul había obtenido para México en el 2001.

Ahora el Rebaño Sagrado, ese equipo integrado sólo por mexicanos, esperará a su rival de la Gran Final, el sitio se lo pelean Sao Paulo e Internacional de Brasil.



 


EL PARTIDO

Miguel Pinto había soñado con una noche llena de magia, postrado bajo los tres postes tenía que ser el hombre de seguridad, el que mantuviera el cero, porque sólo así Universidad de Chile podría llegar a la Final de la Copa Santander Libertadores con soltura.

En el entrenamiento previo al partido, se concentró pensando en ser el héroe, en ser el hombre que cumpliera las ilusiones de un pueblo, en un estadio que volvía a estar de pie tras haber sido azotado por un terremoto el pasado mes de febrero.

Enfrente tenía a un conjunto mexicano hambriento de éxito, sin un equipo plagado de estrellas pero con un corazón que le revienta el pecho. Bravo, el hombre que no se cansó de correr y generar peligro, fue el primero en inquietar al arquero, pero el disparo del tapatío se fue a un costado, después lo hizo Marco Fabián, el esférico tomó el mismo camino que el del disparo anterior.

Llegó el minuto 12 y Pinto comenzó a encontrarse con su historia. Omar Bravo sirvió para Bautista de taconcito, el delantero llegó frente al marco y conectó la redonda, el guardameta chileno la detuvo cuando el balón trató de escaparse entre sus piernas.

Nueve minutos más tarde, su lugar en la gloria se desdibujó, sus guantes terminaron por traicionarlo en el peor momento. Baez sacó un disparo cruzado sin mucho peligro pero con la firme intención de convertirlo en el primer tanto, Pinto se encontró el balón, lo tocó y lo dejó ir en un acto de locura. La redonda cruzó la línea de meta para robarle un segundo de vida al guardameta de la "U".

Chivas había aterrizado en Chile con la firme convicción de llegar a su primera Final en la Copa Santander Libertadores y pronto comenzó a andar ese camino. Después del gol, el Rebaño cedió, entregó el balón, se replegó atrás tratando de contener la fuerza de un equipo andino que se negó a morir de nada.

Pero el destino iluminó a Luis Ernesto Michel. Al 34', Contreras prendió el balón como si fuera lo último que podía hacer en la vida, la redonda se llenó de fuerza, pero el arquero tapatío logró interponer sus palmas, las manos se le terminaron por doblar, pero su atajadón fue suficiente para estrellar el esférico en el travesaño.

Los chilenos no se cansaron de atacar la portería tapatía, pero Chivas fue inmune al peligro, sufrió, sí, pero nada pudo detener el sueño que comenzaron a imaginar desde aquel 27 de abril cuando jugaron su primer duelo ante Vélez Sarfield.

Ese sueño que poco a poco se fue integrando como una realidad culminó cuando al minuto 54, un hombre encargado de defender se filtró en el área andina para matar. Baez centró desde la izquierda , Magallón cabeceó, Pinto rechazó como un virtuoso, pero para su mala fortuna la redonda le volvió a quedar Jonny, quien contraremató con pierna derecha envidiada por cualquier delantero.

En su casa, ante su gente, la U. de Chile no pudo hacer nada porque Chivas se negó a cederle la gloria, por eso, cuando Victorino remató al marco y Ponce salvó en la línea, nada fue extraño, la historia estaba escrita.

EL ARBITRAJE

Bueno de Sergio Pezzotta. Pese a que en la Copa Santander Libertadores los arbitrajes pueden volverse localistas, el argentino se comportó a la altura del juego, siempre estuvo cerca de las jugadas y jamás tomó partido, marcó correctamente todas las acciones. 








Chivas de Corazon

Video Vip

Facebook