Me queda claro, por lo que ha demostrado a lo largo de estos cinco años y medio, que las formas no se le dan a Jorge Vergara. Daniel Guzmán, Benjamín Galindo y José Manuel de la Torre pueden contar sus propias versiones, pero lo que está ahora haciendo con Efraín Flores es en verdad el colmo.
El sábado apareció Ronald Koeman sentado en el palco de la directiva de Chivas. Al final de la paliza que Pachuca le dio a Guadalajara en el Estadio Hidalgo, Vergara visiblemente molesto ratificó a Flores hasta el mes de Diciembre. Dijo que el holandés estaba simplemente conociendo el proyecto de Chivas, y que podía traer a quien se le diera la gana. Seguramente Vergara desconocía que Koeman ya había declarado a la prensa de su país que le habían ofrecido trabajo para dirigir a Guadalajara.
Lamento mucho que traten de esta forma a Efraín Flores, gran profesional, excelente formador de futbolistas y mejor persona. No se lo merece. Los técnicos son hijos de los resultados, me queda claro. Cuando éstos no se dan, las directivas toman el teléfono y empiezan a buscar alternativas. Pero que una de esas alternativas aparezca de buenas a primeras en el palco del equipo, me parece demasiado. El colmo.
Efraín Flores no merece el trato que recibe de Vergara
Creo que Flores debió renunciar en la conferencia de prensa posterior al juego. Hubiera sido una acción digna. Hay vida después de las Chivas. Efraín tiene buen cartel producto del 57 por ciento de efectividad que ha logrado dirigiendo a Chivas. Todo esto sin contar que su ojo para detectar talentos es de lo mejor que hay en México. Flores conseguiría otro equipo a la menor provocación. No tiene porque aguantar que un candidato a tomar su lugar ande merodeando sin inhibiciones.
Cierto es que la frialdad de los números en el torneo actual ofrece poca defensa a Flores. Siete puntos en ocho partidos son muy pocos. Pero no olvidemos que en esos ocho juegos tuvo que arreglárselas sin Omar Bravo y Francisco Javier Maza Rodríguez que fueron vendidos a Europa, y sin los lesionados Luis Ernesto Michel y Omar Arellano. Ocho juegos en que no tuvo más refuerzos que los que la propia cantera de Chivas había producido. Qué triste que por ocho juegos se olvide lo que Flores hizo en un año.
Le he aplaudido muchas cosas a Jorge Vergara. Antes de él Chivas había caído en un marasmo que no correspondía a su grandeza; su cantera es tal vez la mejor de todo México; tipo triunfador, exigente, comprometido e innovador. Ha sido más lo positivo que lo negativo, sin duda. Sin embargo, sus formas son lamentables, lastimosas. Efraín no es el primero, y seguramente no será el último técnico al que le pase por encima.
Fuente: Ciro Procuna, ESPNdeportes
El sábado apareció Ronald Koeman sentado en el palco de la directiva de Chivas. Al final de la paliza que Pachuca le dio a Guadalajara en el Estadio Hidalgo, Vergara visiblemente molesto ratificó a Flores hasta el mes de Diciembre. Dijo que el holandés estaba simplemente conociendo el proyecto de Chivas, y que podía traer a quien se le diera la gana. Seguramente Vergara desconocía que Koeman ya había declarado a la prensa de su país que le habían ofrecido trabajo para dirigir a Guadalajara.
Lamento mucho que traten de esta forma a Efraín Flores, gran profesional, excelente formador de futbolistas y mejor persona. No se lo merece. Los técnicos son hijos de los resultados, me queda claro. Cuando éstos no se dan, las directivas toman el teléfono y empiezan a buscar alternativas. Pero que una de esas alternativas aparezca de buenas a primeras en el palco del equipo, me parece demasiado. El colmo.
Efraín Flores no merece el trato que recibe de Vergara
Creo que Flores debió renunciar en la conferencia de prensa posterior al juego. Hubiera sido una acción digna. Hay vida después de las Chivas. Efraín tiene buen cartel producto del 57 por ciento de efectividad que ha logrado dirigiendo a Chivas. Todo esto sin contar que su ojo para detectar talentos es de lo mejor que hay en México. Flores conseguiría otro equipo a la menor provocación. No tiene porque aguantar que un candidato a tomar su lugar ande merodeando sin inhibiciones.
Cierto es que la frialdad de los números en el torneo actual ofrece poca defensa a Flores. Siete puntos en ocho partidos son muy pocos. Pero no olvidemos que en esos ocho juegos tuvo que arreglárselas sin Omar Bravo y Francisco Javier Maza Rodríguez que fueron vendidos a Europa, y sin los lesionados Luis Ernesto Michel y Omar Arellano. Ocho juegos en que no tuvo más refuerzos que los que la propia cantera de Chivas había producido. Qué triste que por ocho juegos se olvide lo que Flores hizo en un año.
Le he aplaudido muchas cosas a Jorge Vergara. Antes de él Chivas había caído en un marasmo que no correspondía a su grandeza; su cantera es tal vez la mejor de todo México; tipo triunfador, exigente, comprometido e innovador. Ha sido más lo positivo que lo negativo, sin duda. Sin embargo, sus formas son lamentables, lastimosas. Efraín no es el primero, y seguramente no será el último técnico al que le pase por encima.
Fuente: Ciro Procuna, ESPNdeportes