Acaba el entrenamiento y, por el túnel de vestuarios, Andrés Guardado sale con un gesto de amenaza en la cara. "Menos cachondeo", balbucea el de Jalisco, mientras Omar Bravo se dobla de risa con una carcajada continua.
El Principito, que lleva al Atlas en el corazón, lleva puesta la camiseta de su "rival odiado", el Chivas; las misma con la que Bravo anotó más de cien goles en el eterno rival. La causa de tan inusual escena es sencilla: los mexicanos blanquiazules protagonizaron un pique con el duelo de máxima rivalidad de Guadalajara de fondo. El que perdiese, llevaría la camiseta del enemigo durante todo un día. El 1-0 a favor de Chivas salvó por los pelos a Bravo de una amistosa "humillación".
La apuesta entre ambos deportivistas surgió durante la concentración del pasado fin de semana en Valencia, que coincidió, además, con el 22 cumpleaños de Guardado. El mismo día que el Dépor sucumbía en tierras levantinas, Xavier Baez anotaba el 1-0 en el minuto 55 del Chivas-Atlas para salvar, por la mínima, el orgullo de Omar Bravo. Una combinación de Arellano con Renán Morales para que Baez empujase supuso que, más allá del charco, a Guardado se le amargase el aniversario por partida doble.
Bravo se lo pasaba en grande ayer, pero el delantero admite que las cuatro derrotas consecutivas que los zorros sumaban ante el rebaño sagrado estuvieron a punto de hacerle echarse atrás en su reto a Guardado.
Con graciosos gestos de odio, Guardado deja que Bravo disfrute del momento y se da la vuelta sin rechistar para mostrar su nombre en la parte posterior de la camiseta rayada, Omar Bravo vigila que cumpla su promesa hasta el final.
Lo que dijo Omar Bravo
"Debo reconocer que yo estuve a punto de rajarme, pero confié en el equipo -comenta entre las risas de su amigo-, confié en que podía ganar y afortunadamente ganamos, porque sinceramente, no me hubiese visto yo con la rojinegra?".
"Sí, es un caballero, como ya dijo, y ha pagado, la idea surge, simplemente sabíamos que venía el clásico y se nos ocurrió apostar algo que doliera. Salió la idea de que alguien pagara con la camiseta del rival puesta durante todo un día de entrenamiento, y afortunadamente ganamos".
"Sí, es un caballero, como ya dijo, y ha pagado, la idea surge, simplemente sabíamos que venía el clásico y se nos ocurrió apostar algo que doliera. Salió la idea de que alguien pagara con la camiseta del rival puesta durante todo un día de entrenamiento, y afortunadamente ganamos".
Lo que dijo Guardado
"Esto es como un tipo de humillación para mí, pero como soy un caballero y se lo prometí, aquí estoy y lo cumplo, obviamente cuando pierdes una apuesta y más cuando es el rival odiado deportivamente allá, se siente eso, pero si apostamos y perdemos, hay que pagar. Ya está. A ver si el año que viene me toca a mí".
¿Por qué no se toman la revancha y apuestan a ver quién marca antes con el Dépor?
Guardado: "Sí, hombre, claro. No, no se vale. De eso nada. Él tiene ventaja, que para eso juega arriba. Yo no apuesto, yo no juego más".