Chivas muestra su poderío en cualquier cancha que se para, propone, crea y entretiene con un futbol vistoso y altamente atractivo, sabe imponerse ante las adversidades y se crece ante los retos que parecen difíciles de alcanzar, pero ante los Jaguares de Chiapas en el Víctor Manuel Reyna, Chivas hizo lo más complicado y falló a la hora buena.
Desde los primeros minutos del partido, Chivas no varió en su vocación ofensiva que lo ha distinguido a lo largo del torneo, tanto por los costados con Xavier Báez por derecha y como con el "Tepa" Solís por izquierda, además de los arribos de Sergio Ávila por el centro del campo, Chivas fue dueño absoluto de la pelota y por ende de las acciones del encuentro.
Prueba de ello fueron los disparos con peligrosidad que el capitán del equipo Ramón Morales efectuó desde fuera del área y que se convirtieron en la variante ofensiva más peligrosa que presentó Chivas en el encuentro, ya que el michoacano probó su potencia en la pierna izquierda y disparó en cuatro ocasiones en el primer lapso, pero el portero Édgar Hernández estuvo ahí para quitarle toda posibilidad.
Pero aún y cuando el Rebaño era quien aportaba el futbol de toques y dinamismo, proponía a la ofensiva y mantenía una sobriedad en la zaga defensiva que había solventado sin problemas los contragolpes de los chiapanecos, en la primer jugada que Jaguares realmente elaboró en el partido, una genialidad del brasileño Itamar Batista le puso número a la casa.
Ya que después de perder la pelota en tres cuartos de cancha y al ataque, Jaguares hizo de una recuperación de pelota su mejor oportunidad al frente, pues Itamar tomó la pelota, avanzó unos metros al frente y cuando llegó al área rival sacó lo mejor de si, amagó su disparo un par de ocasiones y a la tercera puso la pelota inalcanzable para Luis Michel justo cuando el partido cumplía media hora de desarrollo.
Con el marcador en contra pero sin perder el dominio de partido, pues los locales continuaron con su futbol defensivo, Chivas se fue al descanso evidenciando que el complemento traería tiempos mejores, y cuando el momento de continuar el partido arribó, el Rebaño sacó la casta y a base de buen futbol, con la dinámica y movilidad, que son sus principales armas, Chivas dio alcance a los felinos.
Pues en una de las tantas acciones de peligro que por el costado derecho generó Alberto Medina, en un desborde a velocidad el "Venado" logró poner la pelota al centro del área donde puntual a la cita y con su característico olfato goleador estuvo Sergio Santana para con la cabeza empujar la pelota e igualar el marcador.
Y si con la momentánea ventaja Jaguares se echó para atrás, con el empate y con un rival volcado totalmente en su contra, el cuadro de casa facilitó las cosas para el Rebaño, pues esperando paciente la oportunidad de contragolpear, Jaguares generó espacios de su medio campo hacia atrás y por ello, los embates que los rojiblancos ejercieron rindieron frutos de inmediato.
Pues a los 75’, Héctor Reynoso se agregó al frente para generar una posibilidad en un tiro de esquina, ubicado en el manchón penal, el defensa vio cómo el portero chiapaneco intervenía en la acción y rechazaba la pelota, vio también como Santana se esmeró para recentrar un balón que parecía perdido y cuando la pelota se vino hacia su persona, el defensor rojiblanco no lo pensó y de forma incómoda puso el balón en el fondo de las redes.
Ese gol le daba a Chivas el triunfo, le daba además la posibilidad de sumar 35 unidades y batir su propia marca en los torneos cortos, además de que garantizaba el Superliderato de la competencia, algo que tampoco había conseguido en la modalidad de los torneos cortos, sin embargo, a escasos segundos del final, todo lo conseguido se esfumó.
Pues cuando el tiempo apremiaba y los ánimos en los Jaguares comenzaban a encontrar en cualquier falta o choque un motivo para pelear por la impotencia que el resultado les generaba, el “Bofo” Bautista apareció en las afueras del área e hizo lo que mejor sabe, colocar pases con franca oportunidad.
Esa pelota filtrada al área y por derecha la tomó Lenilson Batista justo cuando Genaro Medrano Ávalos ya esperaba un balón muerto para indicar el final del cotejo, pero para mala fortuna de Chivas, el elemento amazónico venció a Michel, puso en igualdad de circunstancias el marcador y le quitó a Chivas dos puntos prácticamente asegurados.
Desde los primeros minutos del partido, Chivas no varió en su vocación ofensiva que lo ha distinguido a lo largo del torneo, tanto por los costados con Xavier Báez por derecha y como con el "Tepa" Solís por izquierda, además de los arribos de Sergio Ávila por el centro del campo, Chivas fue dueño absoluto de la pelota y por ende de las acciones del encuentro.
Prueba de ello fueron los disparos con peligrosidad que el capitán del equipo Ramón Morales efectuó desde fuera del área y que se convirtieron en la variante ofensiva más peligrosa que presentó Chivas en el encuentro, ya que el michoacano probó su potencia en la pierna izquierda y disparó en cuatro ocasiones en el primer lapso, pero el portero Édgar Hernández estuvo ahí para quitarle toda posibilidad.
Pero aún y cuando el Rebaño era quien aportaba el futbol de toques y dinamismo, proponía a la ofensiva y mantenía una sobriedad en la zaga defensiva que había solventado sin problemas los contragolpes de los chiapanecos, en la primer jugada que Jaguares realmente elaboró en el partido, una genialidad del brasileño Itamar Batista le puso número a la casa.
Ya que después de perder la pelota en tres cuartos de cancha y al ataque, Jaguares hizo de una recuperación de pelota su mejor oportunidad al frente, pues Itamar tomó la pelota, avanzó unos metros al frente y cuando llegó al área rival sacó lo mejor de si, amagó su disparo un par de ocasiones y a la tercera puso la pelota inalcanzable para Luis Michel justo cuando el partido cumplía media hora de desarrollo.
Con el marcador en contra pero sin perder el dominio de partido, pues los locales continuaron con su futbol defensivo, Chivas se fue al descanso evidenciando que el complemento traería tiempos mejores, y cuando el momento de continuar el partido arribó, el Rebaño sacó la casta y a base de buen futbol, con la dinámica y movilidad, que son sus principales armas, Chivas dio alcance a los felinos.
Pues en una de las tantas acciones de peligro que por el costado derecho generó Alberto Medina, en un desborde a velocidad el "Venado" logró poner la pelota al centro del área donde puntual a la cita y con su característico olfato goleador estuvo Sergio Santana para con la cabeza empujar la pelota e igualar el marcador.
Y si con la momentánea ventaja Jaguares se echó para atrás, con el empate y con un rival volcado totalmente en su contra, el cuadro de casa facilitó las cosas para el Rebaño, pues esperando paciente la oportunidad de contragolpear, Jaguares generó espacios de su medio campo hacia atrás y por ello, los embates que los rojiblancos ejercieron rindieron frutos de inmediato.
Pues a los 75’, Héctor Reynoso se agregó al frente para generar una posibilidad en un tiro de esquina, ubicado en el manchón penal, el defensa vio cómo el portero chiapaneco intervenía en la acción y rechazaba la pelota, vio también como Santana se esmeró para recentrar un balón que parecía perdido y cuando la pelota se vino hacia su persona, el defensor rojiblanco no lo pensó y de forma incómoda puso el balón en el fondo de las redes.
Ese gol le daba a Chivas el triunfo, le daba además la posibilidad de sumar 35 unidades y batir su propia marca en los torneos cortos, además de que garantizaba el Superliderato de la competencia, algo que tampoco había conseguido en la modalidad de los torneos cortos, sin embargo, a escasos segundos del final, todo lo conseguido se esfumó.
Pues cuando el tiempo apremiaba y los ánimos en los Jaguares comenzaban a encontrar en cualquier falta o choque un motivo para pelear por la impotencia que el resultado les generaba, el “Bofo” Bautista apareció en las afueras del área e hizo lo que mejor sabe, colocar pases con franca oportunidad.
Esa pelota filtrada al área y por derecha la tomó Lenilson Batista justo cuando Genaro Medrano Ávalos ya esperaba un balón muerto para indicar el final del cotejo, pero para mala fortuna de Chivas, el elemento amazónico venció a Michel, puso en igualdad de circunstancias el marcador y le quitó a Chivas dos puntos prácticamente asegurados.
