La Legion Rojiblanca ha perdido este domingo cuatro de mayo a una de sus más grandes estrellas, a uno de los íconos fundamentales del Campeonísimo, que no sólo fue un referente bajo los tres palos de las Chivas, sino también un extraordinario ser humano. Jaime Gómez Munguía.


Integrante del Campeonísimo Guadalajara con el que consiguió siete títulos del futbol mexicano, 56-57, 58-59, 59-60, 60-61, 62-63, 63-64 y 64-65, Jaime “Tubo” Gómez fue el autor de aquella famosa estampa futbolera en la que en un Clásico ante los Rojinegros del Atlas se sentó y recargó en uno de los postes de su portería por falta de actividad, mofándose de su acérrimo rival y de la porra que los acompañaba en las tribunas.

Víctima de un cáncer de pancreas que le aquejaba desde hace ya algunos meses, la salud del otrora portero del Rebaño fue en deterioro hasta que la mañana de este domingo, cerca de las ocho horas en su domicilio en Guadalajara, sucedió lo inevitable.

A la edad de 78 años de edad y dejando un legado que no sólo vive en las canchas, el apodado “Tubo” deja también el legado de ser de los Campeonísimos de los que más luchó y esmeró porque la etapa más ganadora de las Chivas quedara ilustrada y narrada en voz de sus propios protagonistas.

Pues con el libro La Historia de las Chivas Rayadas del Guadalajara, escrito por Jaime Gómez y en el que se narran gran parte de los pasajes por los que pasó el Campeonísimo Guadalajara, el ahora ex portero comparte la gloria de los campeonatos, las giras internacionales y todo lo que giraba entorno al Rebaño Sagrado.

El legado que deja con su partida el ex portero de Chivas es un ejemplo de vida, ya que su empeño por lo que hizo y su esfuerzo por trascender en todos los ámbitos de la vida es algo para destacarse.


Descanse en paz un portero de leyenda,

descanse en paz

Jaime “Tubo” Gómez Munguía.

Chivas de Corazon

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