Chivas tiene ya un lugar asegurado en la Semifinales de la SuperLiga 2008, luego de conseguir su segunda victoria del torneo, esta vez ante el Dynamo de Houston por la mínima diferencia, gracias el gol anotado por Omar Arellano.

El Estadio Robertson de Houston, quedo abarrotado en sus tribunas por una notable y marcada mayoría de seguidores rojiblancos, Chivas logró adaptarse a una cancha complicada en la cual no pudo mostrar su futbol característico de dinamismo, movilidad y toque a ras de pasto.

Chivas saltó a la cancha con la idea de ser quien comandara las acciones del partido, y con la velocidad de Arellano, la picardía de Sergio Ávila, la lectura de juego de Ramón Morales y la sapiencia de Sergio Santana, Chivas avisó desde temprano que se llevaría el triunfo y que era cuestión de tiempo para conseguirlo.

Sin embargo, la cancha del Robertson Stadium, que presentó un notable deterioro, influyó con el pasar de los minutos ya que, acostumbrados a realizar un futbol a ras de pasto, Chivas tuvo que adaptarse a las condiciones del terreno y a tratar de hacer su futbol en condiciones adversas.

Por ello, por momentos del encuentro el Rebaño perdió el control de la media cancha, fue ahí donde los Naranjas del Dynamo aprovecharon el desconcierto de Chivas y consiguieron ganar un palmo de terreno que explotaron en demasía, generando así llegadas al arco del Rebaño.

Y nuevamente apareció la figura de Luis Michel bajo los tres postes de las Chivas, luciendo con cada atrapada, cada desviada y cada pelota de peligro que envió el cuadro de la MLS.

Tras 45 minutos de un constante ir y venir por parte de ambos equipos, el complemento hizo más interesante el partido, ya que la lucha por la pelota comenzó a ser de los puntos claves y de los más ríspidos, al grado de que el silbante Enrico Wijngaarde permitió que aparecieran faltas duras sin que las sancionara, provocando así entradas arteras que calentaron por momentos el ambiente en la cancha.

Pero luego de solventar los arribos del Dynamo de manera satisfactoria, de controlar de nueva cuenta la media cancha y de tener una mejor idea a la ofensiva, Chivas sacó la casta, aprovechó a los 72 minutos uno de los espacios que la defensiva naranja le concedió y gracias a un brillante desequilibrio a cargo del "Tepa" Solís, el Rebaño consiguió su objetivo.

Ya que después de tomar la pelota en tres cuartos de cancha y por izquierda, Édgar Solís fue al mano a mano ante su primer oponente a quien dejó en el camino con un quiebre hacia la derecha, fracciones de segundos después hizo lo propio con Ricardo Clark y justo antes de realizar el tercer movimiento la pelota le fue punteada por un adversario, justo a donde se encontraba Omar Arellano.

En la media luna, el camiseta nueve de Chivas tomó el esférico, imprimió velocidad hacia el frente, cambió de perfil hacia la izquierda y tras ingresar al área, aún con la marca encima, sacó un disparo raso que dejó sin oportunidad a Pat Onstad para marcar el que a la postre sería el único tanto del partido.

Y aunque Dynamo quiso recuperar terreno, lanzando cuando balón que tuviera en su poder hacia el frente para igualar el marcador, la defensa de Chivas, aunada a la gran noche de brillantez que lució Luis Michel en el juego, hicieron que el objetivo de los Naranjas quedara como una misión prácticamente imposible.

Pues cuando tuvieron oportunidades en el área, como la que realizó Brian Mullen quien disparó con potencia luego de una serie de rebotes o como el remate de Brad Davis también en el área con potencia y colocación, Luis Michel estuvo ahí para impedir que sus disparos convirtieran el empate.

Por eso luego de los casi cinco minutos de tiempo de compensación que el silbante decidió agregar, el estadio entero se fundió en un grito al unísono cuando escuchó el silbatazo final, que oficializó para Chivas su segundo triunfo en la SuperLiga 2008 y que también, los coloca de manera directa en la Semifinal del certamen.

Chivas de Corazon

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