Chivas adoleció de una de las principales virtudes que lo han caracterizado en los últimos años y que lo han llevado hasta los primeros planos del Futbol Mexicano, la conjunción futbolística.
Lo mostró en repetidos momentos del partido ante Atlante y por ello, el Rebaño ha regresado a casa con un doloroso revés, que más que dejarlo rezagado en la tabla general de la competencia, lo deja mermado anímicamente debido a que aún con las extenuantes sesiones de entrenamiento de la semana, el desempeño colectivo a la hora de los partidos no es el esperado.
Porque aunque Chivas comenzó el encuentro en Cancún con todo su poderío ofensivo al descubierto, generando oportunidades para sus ejes de ataque Alberto Medina y Javier Hernández quienes en el área azulgrana no demoraron en poner en predicamento el arco de Federico Vilar, sus aproximaciones al arco de Vilar quedaron sólo en eso, en aproximaciones.
Pues aunque por momentos muy contados Guadalajara mantuvo la posesión de la pelota y el mayor número de llegadas a territorio enemigo, una genialidad del delantero azulgrana Cristian Bermudez cambió el rumbo del encuentro, ya que a los 36' de juego, tras una serie de combinaciones en las afueras del área con Gabriel Pereyra, el apodado "Hobbit" quedó de frente a Luis Michel y de derecha definió para abrir el marcador.
Chivas no cesó en su lucha por conseguir de inmediato la igualada, pero en lo que restó del primer tiempo la ansiada anotación no llegaría sino hasta entrado el complemento, justo cuando el replanteamiento de objetivos realizado en el descanso revivió las aspiraciones del Rebaño para su duelo ante Atlante.
Pues apenas comenzado el segundo tiempo, Chivas no tardaría mucho tiempo en reflejar con goles el desempeño que llevó a cabo en la cancha, pues a los 51', Xavier Báez tomó la pelota por el costado derecho del campo desde donde sacó un servicio medido hacia los límites del área chica, justo a donde Javier Hernández, con la habilidad que le caracteriza, remató de cabeza y con autoridad para marcar el tanto de la igualada.
Sin embargo, en su afán por buscar el resultado que le otorgara los tres puntos, Chivas buscó por todos los medios posibles hacerse de oportunidades que le generaran balones a modo a un Omar Bravo, recién ingresado para el complemento, a un Alberto Medina o al mismo Javier Hernández, quienes cerca del área enemiga, rondaron la segunda anotación de la noche, pero nunca lograron capitalizarla.
En su lugar, la reacción del Atlante ante los embates del Rebaño ocasionaron contragolpes a velocidad, los cuales hicieron mella en el equipo rojiblanco, ya que al no encontrar el gol que les diera la ventaja y la tranquilidad, nuevamente la poca conjunción futbolística, el poco entendimiento entre líneas y las desatenciones ante las llegadas del rival generaron una nueva anotación de los Potros.
Ya que a los 56', el delantero Rafael Márquez Lugo conectó con la cabeza y dentro del área un pase generado por Luis Velázquez desde el costado derecho y al que Luis Michel nada pudo hacer para detenerlo, sin embargo, las acciones en contra de Chivas no terminarían con el momentáneo 2-1, ya que de inmediato a los 70', nuevamente el "Hobbit" Bermudez hizo de las suyas en el área, por lo que por segunda ocasión en el duelo y a pase del mismo Pereyra, el delantero azulgrana puso el 3-1 definitivo.
A raíz de la última anotación, Chivas ya nada pudo hacer para contrarrestar ese marcador, pues aunque lo buscó con variantes tácticas y con cambios de elementos en la cancha, el esfuerzo de Javier Hernández poco pudo hacer para corregir el rumbo, el ímpetu de Omar Bravo no generó anotaciones que acortaran distancias y ni los desbordes y centros de Báez causaron más daño en la portería de Vilar.
Por eso al término del duelo Chivas salió del campo del Andrés Quintana Roo con la mirada perdida y el orgullo herido, porque además de que el 3-1 les generó acumular una jornada más sin sumar unidades, el desempeño colectivo no encuentra la brújula y la afición de Chivas, al igual que en las tribunas del inmueble cancunense, exige cada vez más ver a Chivas de regreso a los primeros planos del Futbol Mexicano.
Lo mostró en repetidos momentos del partido ante Atlante y por ello, el Rebaño ha regresado a casa con un doloroso revés, que más que dejarlo rezagado en la tabla general de la competencia, lo deja mermado anímicamente debido a que aún con las extenuantes sesiones de entrenamiento de la semana, el desempeño colectivo a la hora de los partidos no es el esperado.
Porque aunque Chivas comenzó el encuentro en Cancún con todo su poderío ofensivo al descubierto, generando oportunidades para sus ejes de ataque Alberto Medina y Javier Hernández quienes en el área azulgrana no demoraron en poner en predicamento el arco de Federico Vilar, sus aproximaciones al arco de Vilar quedaron sólo en eso, en aproximaciones.
Pues aunque por momentos muy contados Guadalajara mantuvo la posesión de la pelota y el mayor número de llegadas a territorio enemigo, una genialidad del delantero azulgrana Cristian Bermudez cambió el rumbo del encuentro, ya que a los 36' de juego, tras una serie de combinaciones en las afueras del área con Gabriel Pereyra, el apodado "Hobbit" quedó de frente a Luis Michel y de derecha definió para abrir el marcador.
Chivas no cesó en su lucha por conseguir de inmediato la igualada, pero en lo que restó del primer tiempo la ansiada anotación no llegaría sino hasta entrado el complemento, justo cuando el replanteamiento de objetivos realizado en el descanso revivió las aspiraciones del Rebaño para su duelo ante Atlante.
Pues apenas comenzado el segundo tiempo, Chivas no tardaría mucho tiempo en reflejar con goles el desempeño que llevó a cabo en la cancha, pues a los 51', Xavier Báez tomó la pelota por el costado derecho del campo desde donde sacó un servicio medido hacia los límites del área chica, justo a donde Javier Hernández, con la habilidad que le caracteriza, remató de cabeza y con autoridad para marcar el tanto de la igualada.
Sin embargo, en su afán por buscar el resultado que le otorgara los tres puntos, Chivas buscó por todos los medios posibles hacerse de oportunidades que le generaran balones a modo a un Omar Bravo, recién ingresado para el complemento, a un Alberto Medina o al mismo Javier Hernández, quienes cerca del área enemiga, rondaron la segunda anotación de la noche, pero nunca lograron capitalizarla.
En su lugar, la reacción del Atlante ante los embates del Rebaño ocasionaron contragolpes a velocidad, los cuales hicieron mella en el equipo rojiblanco, ya que al no encontrar el gol que les diera la ventaja y la tranquilidad, nuevamente la poca conjunción futbolística, el poco entendimiento entre líneas y las desatenciones ante las llegadas del rival generaron una nueva anotación de los Potros.
Ya que a los 56', el delantero Rafael Márquez Lugo conectó con la cabeza y dentro del área un pase generado por Luis Velázquez desde el costado derecho y al que Luis Michel nada pudo hacer para detenerlo, sin embargo, las acciones en contra de Chivas no terminarían con el momentáneo 2-1, ya que de inmediato a los 70', nuevamente el "Hobbit" Bermudez hizo de las suyas en el área, por lo que por segunda ocasión en el duelo y a pase del mismo Pereyra, el delantero azulgrana puso el 3-1 definitivo.
A raíz de la última anotación, Chivas ya nada pudo hacer para contrarrestar ese marcador, pues aunque lo buscó con variantes tácticas y con cambios de elementos en la cancha, el esfuerzo de Javier Hernández poco pudo hacer para corregir el rumbo, el ímpetu de Omar Bravo no generó anotaciones que acortaran distancias y ni los desbordes y centros de Báez causaron más daño en la portería de Vilar.
Por eso al término del duelo Chivas salió del campo del Andrés Quintana Roo con la mirada perdida y el orgullo herido, porque además de que el 3-1 les generó acumular una jornada más sin sumar unidades, el desempeño colectivo no encuentra la brújula y la afición de Chivas, al igual que en las tribunas del inmueble cancunense, exige cada vez más ver a Chivas de regreso a los primeros planos del Futbol Mexicano.
