No hubo tiempo para las lágrimas, pero sí para hablar de los recuerdos. Anoche, envueltos en fuegos artificiales y un desfile en el círculo central del campo por parte de algunos de los jugadores que escribieron la historia del Rebaño Sagrado en el Estadio Jalisco, Chivas concluyó un ciclo y se despidió de esta grama dejando atrás más de 50 años de momentos inolvidables, entre alegrías y sinsabores, aplaudido por su afición, para dar inicio a una nueva etapa en su otra casa: el recién construido Estadio Omnilife.

Cerca de 25 mil rojiblancos que se dieron cita se desgañitaron arengando a un Guadalajara que dijo adiós con un 0-0 ante Puebla.

De recuerdo en la memoria colectiva de esas cinco décadas quedarán los tres títulos ganados en siete finales disputadas en el Jalisco, las goleadas como el 10-2 que le endilgaron al León en los sesenta, los clásicos contra América y el Atlas y, como pilón, el 4-0 sobre el Boca Juniors en la Copa Libertadores.

Anoche, el Jalisco lució como en otras épocas, con una afición entregada, pero sin el glamour de las pantallas gigantes que fueron cambiadas por los nostálgicos tableros electrónicos que mostraron sus amarillentas y titiritantes luces. Testigos mudos de esta historia desde las cabeceras norte y sur.

El ¡Chivas, Chivas! y el !Te amo, te amo! surgieron hasta el segundo tiempo del partido, y no se fueron más hasta que el empate a cero los cambió por un abucheo que se quedó, junto con el barullo de la ceremonia de despedida, como un eco mientras poco a poco y bajo una pertinaz lluvia las gradas de este escenario dos veces mundialista se fueron quedando vacías. Así llegó el adiós al Jalisco y se dio la bienvenida al Omnilife.

Los jugadores del Guadalajara se marcharon anoche con una mezcla de sentimientos.
“La verdad es que en este momento uno está con sentimientos encontrados, el de que no se pudo lograr una victoria, aunque por ganas estoy seguro que no quedó, porque lo intentamos todo, pero también que gracias a Dios fue una noche bonita en la cual nos despedimos de este estadio que, en lo personal, me traerá siempre recuerdos inolvidables”, dijo el mundialista en Sudáfrica 2010, Jonny Magallón.

Adolfo “Bofo” Bautista explicó: “Sé que la gente quería un triunfo nuestro en casa, pero desafortunadamente así es el futbol y ni modo, ahora esto ya es parte del pasado y hay que voltear para adelante, ver que se hizo bien y que mal para tratar de hacer las cosas mejor para que en el nuevo estadio lleguen muchas alegrías”.
La Historia
Chivas protagonizó batallas épicas en Clásicos contra América, Atlas, además de Liguillas (siete finales incluidas) y en los años recientes, partidos de la Copa Libertadores de América.

De sus finales disputadas, el “Rebaño” ganó tres, pero las cuatro perdidas no dejaron de ser menos vibrantes para los que presenciaron aquellos partidos.

La primera final que alcanzó Chivas desde la implementación de las Liguillas en la temporada 1970-71,  se dio doce años después, es decir en la temporada 1982-1983, cuando el partido de ida contra Puebla se jugó en el Jalisco y la ganaron los rojiblancos con un apretado 2-1.

El cuadro dirigido por Alberto Guerra llegó mermado a la instancia definitiva debido a que en las semifinales había sufrido la expulsión de jugadores clave por intercambiar golpes con jugadores del América. Con un equipo de suplentes, Chivas logró ganar el primer encuentro, pero en la vuelta disputada en el Cuauhtémoc, La Franja acabó con las ilusiones tapatías en la serie de penaltis.

Un año después, el Guadalajara se instaló de nueva cuenta en la final y ante el América. El partido de ida también fue en el Jalisco, y los 90 minutos fueron vibrantes con un América que se puso arriba 2-0, pero en la recta final, los primos De la Torre, Néstor y Yayo igualaron el marcador para dejar en suspenso el episodio definitivo en el Azteca. Las Águilas ganaron 3-1 (5-3, global).

Transcurrieron tres años para que el Guadalajara tuviera la oportunidad de obtener su novena estrella. Como dato curioso, en esta ocasión el segundo juego fue en el Jalisco por lo cual, pese al marcador de 2-1 en contra que traía desde el Estadio Azteca, se impuso 3-0 sobre el Cruz Azul. Los héroes de la remontada fueron Fernando Quirarte y Eduardo de la Torre, quien anotó en dos ocasiones.

Los aficionados jamás imaginaron que seguirían épocas de sequía hasta que en el Torneo de Verano 1997, también en el partido de vuelta, el Jalisco se cimbró con la masacre que le propinó Chivas a Toros Neza por 6-1 (7-2 en el global) y con una tarde apoteósica de Gustavo Nápoles, quien hizo cuatro goles en aquel partido.

Para el Torneo de Invierno 98, otra vez Chivas llegaba como favorito para adjudicarse un trofeo más, pero Necaxa hizo añicos su sueño con un 2-0 y la derrota se conoció como el “Jaliscazo” frente a un equipo que lucía imbatible con Claudio Suárez, Alberto Coyote, Jesús Arellano, Ramón Ramírez, Luis García y Ricardo Peláez.

Para el Clausura 2004, Guadalajara recibió en la ida a Pumas para empatar 1-1 y perder en serie de penaltis en el Estadio Olímpico Universitario.

La última final de Chivas fue en el Apertura 2006 ante el Toluca. En un partido con pocas emociones, Omar Bravo abrió el marcador y luego Bruno Marioni igualó. La vuelta, en el Estadio Nemesio Díez, Chivas se coronó con un 2-1.

Un momento cumbre que vivió el Guadalajara y toda su afición fue el impactante 4-0 a Boca Juniors en los cuartos de final de la Copa Libertadores de América.

Y en Clásicos, el implacable 5-0 de Chivas al América se convirtió en una fiesta aquel domingo 25 de agosto de 1996.

Ahí quedan esos y muchos capítulos más escritos en cinco decenios en el Estadio Jalisco.

 




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