Chivas Campeon: 10 estrella

04 noviembre 2007

"Nadie escapa al juicio de la historia, por el peso de la tradición, por el añejamiento de un estilo, por el apego a un gusto clásico. Las Chivas, que representan mucho más que un equipo de fútbol, volvieron al esquema dinámico, regresaron a su fuente generadora del juego rápido, del toque alegre, del lance repentino y de la inspiración, sin represión. El Guadalajara es campeón, lo logró porque nunca se detuvo y sumó en la tabla mientras multiplicó su esfuerzo en la cancha. La afición lo sabe y afirma orgullosa: SOMOS CHIVAS."


El décimo blasón se consiguió después de una década de buscarlo afanosamente... justo en 1997 se cumplían los 4 años que la Promotora había establecido como límite para salir Campeón. Después de los rotundos fracasos tanto de Ardiles como de Leo Beenhakker al frente del Rebaño entre 1995 y 1996, llegaría entonces Ricardo "Tuca" Ferretti para el Torneo de Invierno 96, en el que colocaría a Chivas como 3er lugar general, pero siendo eliminado rápidamente en la liguilla. Tras este alentador comienzo, vendría entonces el inolvidable Verano 97.


Chivas inició la campaña sin poder ganar en tres jornadas, cayendo ante Pumas en C.U. (sería la única derrota del Campeonato) y empatando con León y amiérdica. En las primeras 7 jornadas, Chivas sumaba 5 empates, una victoria y una derrota... pero desde el partido contra Tecos en el 3 de marzo, ya nadie pudo frenarlo. El Estadio Jalisco siempre fue una aduana difícil, Chivas ofrecía un espectáculo constante, estableciendo con el público una comunicación basada en el control del balón, el toque rápido al pie o al huecoy la búsqueda incesante del marco rival. La hinchada volvía a sentir que su equipo buscaba un estilo agradable y efectivo. Los equipos rivales buscaban la forma de frenar a los tapatíos encerrándose al visitar el Jalisco, pero esa táctica no funcionó. De hecho, al Guadalajara parecía acomodarle el que le cedieran la media cancha, desde donde Ramón Ramírez dirigía al ataque con su acostumbrado virtuosismo. Las chivas terminaron el torneo con una sola derrota, quedando en segundo lugar general.




En cuartos de final se enfrentaron al campeón defensor, el Santos Laguna, empatando en el juego de ida 1-1 en Torreón con un golazo de Ramón Ramírez, y ganando el juego de regreso con un contundente 5-0 para un global de 6-1, avanzando así a semifinales. Ahí se encontraron con el caballo negro de la competencia, el Morelia, que venía de eliminar al amiérdica y que en el partido de ida celebrado en el Estadio Morelos le quitó a Chivas una racha de 18 juegos sin perder al derrotarlo por 1-0, pero en el juego de vuelta en un partido dramático, las Chivas a 10 minutos del final lograron el ansiado gol del pase a la final por conducto de Paulo César "Tilón" Chávez. Sin lugar a dudas, uno de los goles más recordados de todos los tiempos. Vino la gran final, con gran entusiasmo por parte de la hinchada capitalina, pues varios miles de fanáticos asistieron a darle una apoteósica bienvenida a los jugadores a la Capital en el aeropuerto, y llenaron el estadio Neza '86... empataron a un gol, en un juego que debían haber ganado cómodamente pero se les complicó al final. Fue entonces que vino el ansiado partido final en el Estadio Jalisco, rebosante hasta las lámparas. Chivas se mostró inseguro en el primer tiempo y este terminó empatado a cero goles, pero vino lo increíble, algo que quedará en la memoria por muchos años, una enorme reacción tapatía y 6 goles en el segundo tiempo que borraron de la cancha a los Toros Neza, imponiendo dos récords (hasta ese entonces): el de más goles anotados en una final (6) y el de más goles anotados en un juego final por un sólo jugador (4) por Gustavo "Gusano" Nápoles. Chivas así obtuvo su décimo título y provocó una interminable fiesta en la ciudad de Guadalajara y en todo el país.

Chivas de Corazon

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