Desde el momento que comenzó a destacar en las divisiones inferiores de Chivas, tanto en la Segunda División como en la entonces Primera A con el Tapatío, Ulises Dávila impactó por su gran trato de pelota, su atrevimiento dentro de la cancha, su inteligencia para el futbol y sobre todo, su entereza al momento de encarar las situaciones de alta exigencia.
Por eso justo cuando el partido ante Pachuca requería una variante de desequilibrio, un elemento que estuviera fuera del guión que el rival pudiera esperar, Francisco Ramírez no dudó en llamar al novel volante de enganche, a quien le giró instrucciones precisas y sin más preámbulos lo lanzó al campo hacia el minuto 60 para hacer su debut en la Primera División.
En su primer balón se le notó seguro, luego de un par de intervenciones los nervios desaparecieron por completo y a los pocos minutos de estar ya con las Chivas en la Primera División, Ulises Dávila no tuvo empacho en derramar su calidad sobre el encharcado pasto del Jalisco, luciendo sus cualidades con la pelota y aunque no colaboró con un pase para gol o una anotación que hiciera diferencia, su accionar le dio al Rebaño un nuevo sentido.
"Era lo bonito, debutar", dijo entre risas un sonriente Ulises Dávila al momento de tomar el rumbo hacia el autobús, justo cuando los Medios de Comunicación le interceptaron para conocer las impresiones de un debutante más con el Rebaño, "sabía que iba a hacer así, con mucha presión y en un partido difícil, pero creo que eso me va a ayudar mucho".
"Omar Bravo y varios compañeros hablaron conmigo y la verdad es que eso me dio mucha tranquilidad y mucha confianza para entrar al terreno de juego a hacer las cosas bien. Me sentí muy bien, el equipo me cobijó muy bien y por ello es que estoy contento, ahora lo que me resta es seguir trabajando para tratar de acumular minutos".
"Es un muchacho que ya le teníamos un seguimiento", complementaría Francisco Ramírez, quien le dio la venia de ingresar a la elite del balompié nacional, "sabíamos que tenía una gran capacidad, que no había terminado de finiquitar su situación contractual y que por ello no lo habíamos contemplado antes. Me siento muy contento con su actuación porque esto genera una competencia interna y como consecuencia va a generar que el equipo crezca".
Con apenas 18 años de edad, con un proceso en las Fuerzas Básicas del Guadalajara, con un par de pretemporadas realizadas con el primer equipo y un potencial del cual ya dio una pequeña muestra en el duelo ante Pachuca, Ulises Dávila es el trigésimo quinto elemento en debutar en la Era Vergara y que al igual que sus compañeros, es uno de los jugadores que trabajarán para ganarse un puesto en la creación de futbol del Rebaño.
Por eso justo cuando el partido ante Pachuca requería una variante de desequilibrio, un elemento que estuviera fuera del guión que el rival pudiera esperar, Francisco Ramírez no dudó en llamar al novel volante de enganche, a quien le giró instrucciones precisas y sin más preámbulos lo lanzó al campo hacia el minuto 60 para hacer su debut en la Primera División.
En su primer balón se le notó seguro, luego de un par de intervenciones los nervios desaparecieron por completo y a los pocos minutos de estar ya con las Chivas en la Primera División, Ulises Dávila no tuvo empacho en derramar su calidad sobre el encharcado pasto del Jalisco, luciendo sus cualidades con la pelota y aunque no colaboró con un pase para gol o una anotación que hiciera diferencia, su accionar le dio al Rebaño un nuevo sentido.
"Era lo bonito, debutar", dijo entre risas un sonriente Ulises Dávila al momento de tomar el rumbo hacia el autobús, justo cuando los Medios de Comunicación le interceptaron para conocer las impresiones de un debutante más con el Rebaño, "sabía que iba a hacer así, con mucha presión y en un partido difícil, pero creo que eso me va a ayudar mucho".
"Omar Bravo y varios compañeros hablaron conmigo y la verdad es que eso me dio mucha tranquilidad y mucha confianza para entrar al terreno de juego a hacer las cosas bien. Me sentí muy bien, el equipo me cobijó muy bien y por ello es que estoy contento, ahora lo que me resta es seguir trabajando para tratar de acumular minutos".
"Es un muchacho que ya le teníamos un seguimiento", complementaría Francisco Ramírez, quien le dio la venia de ingresar a la elite del balompié nacional, "sabíamos que tenía una gran capacidad, que no había terminado de finiquitar su situación contractual y que por ello no lo habíamos contemplado antes. Me siento muy contento con su actuación porque esto genera una competencia interna y como consecuencia va a generar que el equipo crezca".
Con apenas 18 años de edad, con un proceso en las Fuerzas Básicas del Guadalajara, con un par de pretemporadas realizadas con el primer equipo y un potencial del cual ya dio una pequeña muestra en el duelo ante Pachuca, Ulises Dávila es el trigésimo quinto elemento en debutar en la Era Vergara y que al igual que sus compañeros, es uno de los jugadores que trabajarán para ganarse un puesto en la creación de futbol del Rebaño.
