Todavía con la resaca de su despido de Chivas, el cual reconoció que existió de parte de la dirigencia, Francisco Ramírez reconoció sus errores y habló de su proceso al frente de Chivas, donde agradeció a todos aquellos que formaron parte de su incorporación al cuadro rojiblanco, del cual quedó desvinculado el pasado sábado, tras la goleada sufrida a manos de San Luis.
Paco Ramírez reconoció que al término del partido, minutos antes de que se diera su salida, todavía confiaba en poder enderezar el barco, sin embargo, las palabras de los dirigentes en el vestidor fueron contundentes, para que a final de cuentas se tomara la decisión de que el técnico saliera de común acuerdo, disfrazando así su despido del Guadalajara.
"Siempre vi la posibilidad de solucionar el funcionamiento, veía esa luz donde el equipo podía alcanzar y que había manifestado en el momento en que fue superlíder pero al final esa falta de resultados positivos vino a matarnos un poco y no permitió que tuvieran un crecimiento importante".
Sin embargo, las condiciones en las que se encontraba el equipo y los resultados no daban para más, pues percibía a la dirigencia con una postura clara.
"A mí me hubiera encantado (seguir); uno llega a querer profundamente a estos colores y es impresionante lo que genera. Me hubiera encantado, sin duda, seguir en este proyecto pero así es nuestra profesión y siempre estuve preparado y consciente de que se podía presentar esta situación, (pero) no podía obligarlos a seguir en un proyecto si la directiva no quería o el comité. A mí me ilusionaba muchísimo y por ética profesional difícilmente voy a renunciar a un proyecto porque conozco perfectamente los códigos de trabajo y de respeto, además me debo a esta profesión y la amo; me duele muchísimo no poder continuar".
Admite también que su salida fue por común acuerdo, rechazando aún más la teoría de la renuncia puesta sobre la mesa al término del encuentro ante los Gladiadores, el sábado anterior.
"Por más ilusión que tenía de seguir los resultados no me avalaban; tuvimos un diálogo importante con el señor Pedro Sáez donde llegamos a un común acuerdo para ver qué era lo mejor para el club y siempre pensamos en le beneficio de Chivas, entonces tomamos la decisión de dar un paso al costado por ambas partes. Hay tardes malas y no le pasa solo a Chivas. Yo en lo personal tenía un entusiasmo en salir adelante para resarcir la situación y no se pudo, ahora tengo que salir delante de este momento que estoy viviendo".
Reconoció sus equivocaciones a nivel personal, lo cual lo llevó a tropezar en la búsqueda personal de convertirse en un técnico de renombre a pesar de ser debutante en el banquillo.
"Quizás (faltó) darle una atención más personalizada a cada uno de ellos (los jugadores), intenté copar todo, busqué cumplir al cien mi labor como director técnico, busqué ser un técnico exitoso a corto plazo. Uno espera muchísimo de un jugador de alto rendimiento debido a lo que tienen la obligación de desarrollar. Pasaron situaciones que pudieron afectar en la cuestión anímica y siempre intentamos darles un trabajo especial para tenerlos al cien en todos los aspectos y al final nosotros somos hijos de los resultados y como no se dieron, se cortó por lo más sano".
Al grupo de jugadores que dejó de dirigir el pasado sábado, les deseó lo mejor, al mismo tiempo que reconoció no percatarse de una ruptura interna en el vestidor rojiblanco.
"Siempre se hablaba de un grupo dividido y quizás no me di cuenta, yo vi a un grupo de muchachos con un gran entusiasmo al trabajo y mucha disposición; lo que faltó fue trasladar ese trabajo al día del partido. Les deseo lo mejor, son jóvenes con gran talento y es importante tocar base en lo que los llevó a los niveles en los que están para seguir creciendo, es un equipo que tiene una gran posibilidad de alcanzar objetivos pero es importante replantearse cuando no se dan las cosas, a dónde quieren llegar. Todos dieron el mejor esfuerzo y estoy contento y satisfecho con ellos".
Paco Ramírez reconoció que al término del partido, minutos antes de que se diera su salida, todavía confiaba en poder enderezar el barco, sin embargo, las palabras de los dirigentes en el vestidor fueron contundentes, para que a final de cuentas se tomara la decisión de que el técnico saliera de común acuerdo, disfrazando así su despido del Guadalajara.
"Siempre vi la posibilidad de solucionar el funcionamiento, veía esa luz donde el equipo podía alcanzar y que había manifestado en el momento en que fue superlíder pero al final esa falta de resultados positivos vino a matarnos un poco y no permitió que tuvieran un crecimiento importante".
Sin embargo, las condiciones en las que se encontraba el equipo y los resultados no daban para más, pues percibía a la dirigencia con una postura clara.
"A mí me hubiera encantado (seguir); uno llega a querer profundamente a estos colores y es impresionante lo que genera. Me hubiera encantado, sin duda, seguir en este proyecto pero así es nuestra profesión y siempre estuve preparado y consciente de que se podía presentar esta situación, (pero) no podía obligarlos a seguir en un proyecto si la directiva no quería o el comité. A mí me ilusionaba muchísimo y por ética profesional difícilmente voy a renunciar a un proyecto porque conozco perfectamente los códigos de trabajo y de respeto, además me debo a esta profesión y la amo; me duele muchísimo no poder continuar".
Admite también que su salida fue por común acuerdo, rechazando aún más la teoría de la renuncia puesta sobre la mesa al término del encuentro ante los Gladiadores, el sábado anterior.
"Por más ilusión que tenía de seguir los resultados no me avalaban; tuvimos un diálogo importante con el señor Pedro Sáez donde llegamos a un común acuerdo para ver qué era lo mejor para el club y siempre pensamos en le beneficio de Chivas, entonces tomamos la decisión de dar un paso al costado por ambas partes. Hay tardes malas y no le pasa solo a Chivas. Yo en lo personal tenía un entusiasmo en salir adelante para resarcir la situación y no se pudo, ahora tengo que salir delante de este momento que estoy viviendo".
Reconoció sus equivocaciones a nivel personal, lo cual lo llevó a tropezar en la búsqueda personal de convertirse en un técnico de renombre a pesar de ser debutante en el banquillo.
"Quizás (faltó) darle una atención más personalizada a cada uno de ellos (los jugadores), intenté copar todo, busqué cumplir al cien mi labor como director técnico, busqué ser un técnico exitoso a corto plazo. Uno espera muchísimo de un jugador de alto rendimiento debido a lo que tienen la obligación de desarrollar. Pasaron situaciones que pudieron afectar en la cuestión anímica y siempre intentamos darles un trabajo especial para tenerlos al cien en todos los aspectos y al final nosotros somos hijos de los resultados y como no se dieron, se cortó por lo más sano".
Al grupo de jugadores que dejó de dirigir el pasado sábado, les deseó lo mejor, al mismo tiempo que reconoció no percatarse de una ruptura interna en el vestidor rojiblanco.
"Siempre se hablaba de un grupo dividido y quizás no me di cuenta, yo vi a un grupo de muchachos con un gran entusiasmo al trabajo y mucha disposición; lo que faltó fue trasladar ese trabajo al día del partido. Les deseo lo mejor, son jóvenes con gran talento y es importante tocar base en lo que los llevó a los niveles en los que están para seguir creciendo, es un equipo que tiene una gran posibilidad de alcanzar objetivos pero es importante replantearse cuando no se dan las cosas, a dónde quieren llegar. Todos dieron el mejor esfuerzo y estoy contento y satisfecho con ellos".
